El chartreuse es una tonalidad entre los colores verde y amarillo, pero suele considerarse una subcategoría del color verde. El color recibe su nombre de un licor francés llamado «chartreuse», que tiene un tono amarillo verdoso. El licor fue producido por primera vez en 1605 por los monjes cartujos de Francia, pero probablemente no se comercializó al público hasta la década de 1730. El nombre de esta bebida se utilizó por primera vez como nombre de color en el año 1884, cuando se mencionó en un periódico de moda británico. A finales del siglo XIX se producían tejidos de seda y terciopelo en color chartreuse y se utilizaban para fabricar artículos tan elegantes como abanicos de plumas, vestidos, bolsos, zapatos y sombreros. En los locos años 20, el chartreuse era una opción muy popular para los vestidos por su naturaleza atrevida y rebelde. El chartreuse resurgió a finales de la década de 1950 como una opción de color común para la ropa y los muebles. En la década de 1960, su atrevimiento atrajo a los jóvenes.
Era un color único que podía utilizarse tanto en esquemas de color psicodélicos como en paletas orientadas a la naturaleza. Famosos diseñadores de moda empezaron a incorporar el chartreuse en sus creaciones. Aunque el color cayó en desgracia en la década de 1970, volvió a aparecer a finales de la década de 1980. En la década de 2010, el chartreuse se convirtió en el color favorito para la decoración de las oficinas de las empresas tecnológicas, ya que refleja la individualidad y el pensamiento creativo, atributos muy valorados en el campo de la tecnología.
El Chartreuse puede verse en toda la naturaleza en muchas especies de plantas diferentes. Algunos alimentos comunes se consideran de color chartreuse, como las peras, las manzanas verdes, los pistachos, las limas y la pulpa del aguacate. La piedra preciosa turmalina puede encontrarse en el tono chartreuse. Como es brillante y fácil de detectar, el chartreuse se utiliza para las pelotas de tenis, los señuelos de pesca y los chalecos de seguridad reflectantes.
Psicología del chartreuse
El chartreuse representa el entusiasmo, la felicidad, la naturaleza, el crecimiento y la juventud. Al igual que el verde estándar, el chartreuse se asocia con la vivacidad y el florecimiento de la primavera. A diferencia de los tonos más profundos del verde, el chartreuse rara vez se asocia con la calma y la relajación. Se considera un color muy energético y es ideal para la inspiración y la motivación. Ayuda a la concentración y a la creatividad. Las personas a las que les gusta el chartreuse son enérgicas y creativas por encima de todo. Su entusiasmo y positividad les hace ser adorables, y hacen amigos con facilidad. A los amantes del chartreuse les gustan los retos y buscan la aventura. En el lado negativo, las personas que gravitan hacia el chartreuse luchan por encontrar el equilibrio en sus vidas. Están atrapados entre la calma que ofrece el verde y la excitación del amarillo. Esta lucha puede hacer que tengan altos niveles de ansiedad.