Pasando a un color más serio e imponente, llegamos al marrón, que ya no nos hace pensar en la juventud y la emoción. Tradicionalmente asociado a la seriedad, la estabilidad y la sabiduría, el marrón lo llevan sobre todo las personas que imponen respeto y aprecio a través de su estatus. Cuando piensas en este color, puedes imaginarte una figura paterna o un abuelo en el centro de la familia. Dado que las familias se centran en la estabilidad y el ingenio de la figura masculina principal, la mayoría de la gente se siente segura y estable cuando piensa en el marrón. Las figuras paternas que han superado cierta edad también desprenden una sensación de estabilidad, pero en el sentido material: han acumulado experiencia vital que se manifiesta en posesiones y ganancias económicas. La mayoría de la gente se siente segura cerca de personas que llevan el color marrón porque representan la seriedad, la confianza y el apoyo.
Como es el color de la tierra, también puedes pensar en el arraigo físico y la comodidad cuando piensas en este color en particular. Puedes sentirte «con los pies en la tierra» y con «los pies en el suelo» cuando estás en un lugar que te proporciona una sensación de seguridad. La lealtad de las personas que consideras «tu roca» puede ser una metáfora de la seguridad que sientes al estar a salvo en la tierra. En el entorno laboral, el marrón representa a alguien que es trabajador, leal, laborioso y práctico. No hay nada que esté «en el aire» en estas personas. En cambio, hacen que todo funcione aportando su agudo sentido común y su genuina honestidad.
Como el marrón no evoca emociones fuertes en las personas, también puede inducir seguridad psicológica. Cuando las emociones se despejan, las personas pueden contemplar una situación desde una perspectiva objetiva y fundamentada. Las emociones agitan la psique y perturban el proceso de razonamiento, mientras que una mente tranquila planta los pies en el suelo y toma decisiones desde un lugar de claridad y seguridad. Brown proporciona la seguridad y la estructura que toda persona y organización necesita.
Las asociaciones negativas del marrón están relacionadas con el convencionalismo extremo y la rigidez. Aunque el orden y la estructura son necesarios para mantener la estabilidad del mundo, un exceso de ellos puede conducir a la inflexibilidad y a las perspectivas fijas. Demasiado marrón puede significar reticencia al progreso y a las nuevas ideas, y una obsesión por el pasado en lugar de una apertura al futuro.