Significado y psicología del color verde

La psicología del color verde

El verde es el color primario que alude a nuestra relación primitiva con la primera creación del mundo: la naturaleza. Considerado el color clave que representa la pureza, la salud y la frescura, el verde se ha asociado tradicionalmente con marcas que fomentan el crecimiento, la vitalidad y la productividad (piensa en Starbucks y EverNote). Suave, vigorizante y relajante, el verde también representa la conexión. Conexión con nosotros mismos, con los momentos tranquilos de nuestra vida, con la propia naturaleza. No es una mera coincidencia que la gente se evada de la jungla de hormigón de las grandes ciudades para desconectar de lo mundano y conectar con lo salvaje de la naturaleza. El verde significa el regreso a las raíces primigenias, al reino prístino de la paz y la tranquilidad interiores.

El verde y la espiritualidad

El verde también está fuertemente vinculado a la espiritualidad y a la búsqueda del alma. Esto se debe a que la vitalidad en el sentido de la salud física también se expande a la frescura del alma y a la tranquilidad de la mente. El acto de abandonar el ajetreo de las ciudades abarrotadas es, de hecho, un símbolo del regreso a la quietud de nuestra mente. Cuando la gente se toma vacaciones exóticas o se refugia en montañas recluidas, no busca simplemente un alivio físico del mundo. Lo que desean, en realidad, es volver a conectar con el espacio interior que no se ve perturbado por el ruido de su existencia diaria. El verde nos devuelve al lugar que anhelamos inconscientemente: la tierra inocente y virgen de nuestra paz mental imperturbable e inalterada.

Al igual que uno de sus colores emparentados, el turquesa, el verde promueve el equilibrio, la conexión a tierra y la seguridad. ¿Te has fijado en que muchas salas de espera de las consultas médicas están pintadas de verde? Se trata de una estrategia utilizada para tranquilizar a las personas o ayudarlas a encontrar el equilibrio mental y la claridad que necesitan cuando tienen que tomar una decisión importante. Además de la serenidad, otra característica clave de la naturaleza es el crecimiento. De ahí la asociación tan común del verde con marcas que promueven la productividad, la organización, la concentración y el pensamiento estratégico. Estos elementos son los prerrequisitos del crecimiento, que es la inclinación más orgánica tanto del ser humano como de la naturaleza.

Como el verde resulta de la combinación de los dos colores primarios, el azul y el amarillo, el verde puede adaptarse fácilmente para evocar un espectro más amplio de emociones. Como el azul nos hace pensar en la confianza y la seguridad, y el amarillo se asocia a menudo con la juventud y la positividad, podemos utilizar varios tonos de verde (tanto los que se inclinan hacia el amarillo como los más oscuros) para jugar con diferentes subtipos emocionales. Por ejemplo, puedes utilizar el verde para inducir la paz mental, la salud y la serenidad, o puedes insinuar la frescura, la vitalidad y la alegría de la naturaleza.

Otras variedades del verde pueden ser, por ejemplo el color verde agua o aguamarina.